martes, 23 de marzo de 2010

Valencia (día 2) - Las calles de Valencia

Realmente de Valencia no pude fotografiar mucho pero tengo una historia que no puedo dejar de escribir; mientras la vivía era medio desesperante, pero ahora me da muchísima risa recordarla. Es larga, pero aquí va.
Cabe mencionar que por las fechas de temporada alta valenciana no encontramos por Internet ningún hostal u hotel disponibles para ese viernes, sólo conseguimos uno para el sábado; nos disponíamos a celebrar toda la noche y madrugada hasta que dé la hora del check-in en el hostal, aproximadamente al medio día del sábado. Pero nada de eso sucedió.
Ahora, volviendo a la fiesta de Las Fallas el viernes: Mientras estábamos en todo el auge de la celebración de la quema de los ninots, agrupados en una calle junto al Ayuntamiento y formando nuestro botellón, hubo un momento en que todo se repletó de muchísima gente para la quema del último monigote.
Eran aproximadamente las 12:30am y nadie había cenado. No me encontraba en mis cabales en aquel momento y me fui con Pablo a buscar un lugar para comer algo. No sé en qué pensábamos cuando nos inmiscuimos en medio de la muchedumbre buscando un restaurante o lugar abierto.
Caminamos un buen rato por la calle principal y mientras lo hacía recibí la llamada de Karla desde Ecuador. Por alguna razón Karla terminó hablando con Pablo y yo no recuerdo qué más hablamos. Unos pasos más adelante vimos un local abierto, el único por lo visto. Entramos, nos sentamos, pedimos la carta y por alguna razón Pablo se sintió “spyed” y a la cuenta de 3, salimos corriendo de ese lugar como si hubiésemos visto al demonio. No me pregunten por qué. No lo sé.
Vimos un kebab abierto. No dudamos ni un segundo y salimos corriendo nuevamente hacia el lugar como si hubiésemos visto agua en medio del desierto. Nos sentamos en la calle a comer y una vez finalizado nuestro “banquete” decidimos regresar con el grupo.
Empezamos a caminar hasta el lugar del botellón, y cuando entramos por la calle que nos llevaba al ayuntamiento, una masa de gente venía hacia nosotros. Nos tocó ir contra corriente para poder llegar. Con mucho esfuerzo y desafiando obstáculos (la gente) llegamos y lo único que había era: NADA. Ya no estaban ahí.  Los llamamos al celu y ni ellos mismos sabían dónde estaban, es más nadie sabía dónde estaba cada quien. No habían taxis, no teníamos mapa y todos ya estaban del otro lado.
No tengo idea cuanto caminamos, ni tengo idea en qué partes estuvimos caminando. Ya eran las 2am, nos moríamos de sueño, de cansancio y no teníamos rumbo fijo. Ya la fiesta había acabado. Y aquí empiezan nuestras opciones para dormir:
1. Nos sentamos en una parada de buses que fue nuestra primera opción para dormir.  No encontramos ni un hotel vacío. Estuvimos media hora entre dormidos y despiertos hasta que pasó un alma y le pregunté dónde había algún hostal u hotel (realmente no nos importaba pagar lo que cueste con tal de dormir) Nos dio unas indicaciones y lo único que logramos fue perdernos mucho más. Y NUNCA encontramos en bendito hostal/hotel recomendado.

2. Vimos un portal de un edificio y lo vimos como segunda opción para dormir. Ya nos quedábamos dormidos, pero el frío, Dios, ¡QUE FRÍO!. Empecé a temblar. Eran las 3:15am. Esto no podía quedarse así. Mi otra idea era ir al Hostal del sábado a pesar de que sabía que no había lugar.  Tomamos un taxi (finalmente aparecieron). Para variar se perdió el taxista también, esto ya era el colmo, así que nos bajamos y decidimos irnos por nuestra cuenta a buscar la c/Samaniego.
C/Samaniego (era una peatonal)
3. Preguntando y preguntando a toda la gente ebria de la calle, dimos con el lugar. Muy refundido por cierto.  Entramos como si nada, y el dueño nos terminó botando porque no estábamos hospedados ahí ese día. De haber sabido que era un viejo histérico no me hubiera hospedado por nada del mundo en el Valencia Center. Igual él no tenía la culpa. Nos quedamos sentados junto a una puerta. Ya eran las 4am
La puerta donde medio dormimos
4. A las 6:30 decidimos irnos caminando hasta la estación de buses. Seguramente ahí estaría más calientito por ser un lugar cerrado y con asientos donde dormir. De todas formas teníamos que ir para ver nuestras maletas en los casilleros. Efectivamente había mucha gente durmiendo en el suelo, y nosotros no dudamos en hacerlo. Cuando ya estaba quedándome dormida, llega un guardia y dice: “Buenos días, por favor ya no pueden estar aquí. Bajen a la sala de espera”
Sí, ahí en el suelo, junto a los casilleros dormimos.
5. Bajamos a la Sala de Espera y nos acomodamos en una esquina. Ya eran las 7am. Pude haber dormido una hora entre que me dormía y me levantaba. Llegó nuevamente el guardia y nos levantó ya que no podíamos estar en el piso durmiendo. De todas maneras no podía dormir, me preocupaban los documentos (pasaportes) y por supuesto mi cámara.
Sí, ahí, junto a la basura nos tocó dormir también
A las 8:30 ya no pude más y me quedé sentada escuchando música. Me sentía zombie, me moría de frío, pero era frío interno. Ni con un café caliente se me quitaba.
Pablo hizo caso omiso a la orden del guardia y siguió durmiendo en el suelo de la sala de espera. De repente se me acerca un tipo rarísimo y me preguntó si el chico –refiriéndose a Pablo- era mi compañero. Afirmé y luego se fue.
Literalmente en un abrir y cerrar de ojos, lo vi parado detrás de mi, pero detrás del vidrio y viendo en dirección a unas chicas que también dormían en el suelo, con una mirada de enfermo. Me di cuenta que era loquito y le gustaba observar los traseros de las chicas mientras duermen.
En otro abrir y cerrar de ojos, lo vi acostado al lado de Pablo. ¡QUES QUE! Me pegué el susto de la vida, pensé que nos iba a robar o drogar. Pero luego me di cuenta que desde esa perspectiva se veían mejor las nalgas de las chicas jaja. ¡Enfermooo!
Bajó nuevamente el guardia y de nuevo los levantó a todos. Así que no quedó otra que irnos de ahí. ¿Dónde? A desayunar. Eran las 9:30am
Y el es mi amigo Pablo jeje =P
Quedamos en encontrarnos con Derek a las 11am en el Puente de las Artes, para luego irnos finalmente al Hostal, donde dormí el resto del día en una cama horrible, pero calientita. Resto del día: dos horas jaja no pude dormir más.
No todo fue malo, luego de esto nos fuimos por una paella valenciana y otra de mariscos ¡BUENÍSIMAS!

Con esta experiencia le tengo aún más consideración a la gente que vive y duerme en las calles con muchísimo frío. En estos momentos tengo un fuerte resfriado, morados en las piernas y dolor de espalda.

4 comentarios:

  1. VESIJUE!!!!!!!!!

    debere algun dia aplicar esa tecnica para admirar los traseros de las chicas, jajajaj, POLITO!!!! esta historia esta demasiado chevre, y me parece casi imposible ke sea tuya, pero igual muy buena!!!

    excelnte travesia, y buena narrativa, descansa y recuerate de todo resfriado y moreton

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  2. Jajajaja.. este bueno no opinare jajajaja.... La verdad larga y tenebrosa historia Mei algun rato te comparto una de las mias jajaja... y bueno pero por lo menos estan bien es lo mas importante y no les paso nada....

    bonitas las fotos como siempre.... jejeje un recuerdo mas de una vida que no para...

    Bendiciones

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  3. Amiguissss que fuerteeee! buena historia como siempre jejeje.. lo importante es que resultaron sanos y salvos pero principalmente no te dejaste ver la nalga del VIEJO MIRÓN! jajajajaj
    TÁ LUEEGO jajajaja... chula

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  4. POLITO: JAJAJA creo que no necesitas esa táctica, tu sólo miras y punto. Pues así es, es mi historia aunque no lo creas jaja YOOO ebria durmiendo en la calle JAJAJA buena experiencia después de todo huh.
    Pues por el resfriado, ya estoy mucho mejor, los moretones y el dolor de espalda ya son menos.

    RENE: Sip, estoy muy bien. Gracias. Jeje si, otro recuerdo mas

    CHULA: JAJAJAJA tu habrías estado que te morías conmigo si habrías estado.. es más, si habrías estado, eso no hubiera sucedido porque sé que tú irías a lo seguro jajajaja Besos y se te extrañaaaa.

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