domingo, 3 de octubre de 2010

El hampa también me da la bienvenida

El año pasado vendí mi carro; ahora a mi regreso y habiendo conseguido un trabajo cerca de mi casa, no me importaba caminar todos los días hacia la oficina y de regreso a casa, de hecho me parecía una forma de ejercitarme ya que empiezo con el tan cotidiano sedentarismo.
Todo iba perfecto hasta que empecé a salir tarde de la oficina, para lo cual mi mamá me había dicho que por qué no me llevaba mejor el carro de mi hermano, ya que en la noche podría resultar un tanto peligroso regresarme a pié.
Esa noche que cogí el carro, me rompieron un vidrio, abrieron la cajuela y se llevaron todo lo que tenía ahí: llanta de emergencia, herramientas, extintor, el triángulo... Por suerte no tenía algún elemento ajeno, como un trípode (chiste interno).

Esa misma noche me fui con Luis Ramírez al cine, -Supercines de San Marino-, cuando ya estábamos sentados en nuestros puestos, se acerca un muchacho, cuya cara nunca vi por la oscuridad del lugar, creo que venía solo; me preguntó si la silla contigua estaba ocupada y como no lo estaba, procedió a sentarse a mi lado. Puso su chompa de cuero maloliente en sus piernas y se dispuso a ver la película.
Siempre pongo mi cartera en mis piernas, y más del lado de las personas conocidas. 
La peli estaba tan interesante que me olvidé de todo lo que pudiese ocurrir a mi alrededor. No sé por qué se me ocurrió ver hacia mis piernas y veo que la chompa del chico estaba cubriendo en su totalidad una de mis piernas, como si se hubiese caído hacia mi lado, luego vi que mi cartera se había movido un poco, estaba casi del lado de mi otra pierna, y casi entrando debajo de la chompa. ¿Me habrá querido robar? Seguramente sí, pero no puedo asegurarlo. Tengo que tener más precaución con este tipo de situaciones.
Cogí la chompa del chico y le dije: Por favor recógela para tu lado. De ahí no molestó más. Bueno, igual lo único que tenía en esa cartera eran las llaves de la casa, pues no tenía celu y menos dinero jaja.
¡Pilas todos con los carteristas en el cine!
Creo que ese día puse los pies sobre la tierra. Otra vez a prender la alarma de todos los sentidos.

2 comentarios:

  1. Menos mal que no traías (otra vez) un trípode, luces o terciopelo negro - también hay choros-fashion.

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  2. Ay noo! te acuerdas!? Yo jurando que llevaba el trípode para devolverlo y OH SORPRESA, no estaaaaaaba ni el trípode ni la llanta! QUESQUE!

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