Tortilla española, paella, albóndigas, bollitos, tartas y croquetas de jamón, queso o pollo eran los platillos caseros que durante el transcurso de la semana recibíamos por parte de nuestra vecina.
María Albuquerque (82), del departamento 3ero derecho, tocaba nuestro timbre y salíamos a toda marcha a abrir la puerta -sabíamos que era ella, pues nadie más lo hacía sin previo aviso- y siempre muy sonriente, amable y simpática nos ofrecía una gran parte del platillo que había estado preparando; ¡muy deliciosos! y sobre todo muy oportunos para la hora de comer jeje.
Ha vivido en el edificio por más de 60 años, así que ha conocido durante los últimos 5 años -tiempo que se ha venido alquilando el departamento 3ero izquierdo- a cada uno de los chicos y chicas que han pasado por el mismo.
Estos últimos días, he compartido más tiempo con ella. Disfruto de sus largas pláticas sobre su vida mismas que finalizaban con una Coca Cola y yo echada en su sofá, haciéndome parte de su hogar.
María, muchísimas gracias por sus atenciones -sé que no leerá esto, pero ya lo sabe ;) -
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