domingo, 11 de diciembre de 2011

El día en que Micha partió


"Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma estará dormida"
- Anatole France

Leí esa frase hace algún tiempo en algún artículo de alguna revista y no fue hasta hace unos pocos meses que la recordé y tuvo sentido.

Estaba en la recepción del Hotel en Huanchaco, buscando conectarme al wi-fi para subir unas cuantas fotos del viaje.  En cuanto cogió señal, empezaron a llegarme todas la notificaciones pendientes, entre ellas había un mensaje pendiente de whatssap, era de mi prima, en el que me enviaba un mensaje y una foto. En el mensaje me daba la mala noticia de que la Micha, mi gata, había muerto. Y la foto, pues, ya se imaginarán de qué era.  Creo que no había necesidad de haberlo hecho, el mensaje de texto estaba muy claro. Y hasta la fecha no puedo borrar esa imagen de mi cabeza.

Estaba a 20 horas de distancia, no podía hacer mucho tampoco, no quería dañar el viaje, y sólo me quedaba disfrutar el resto del día y llorar en silencio. 

A mi regreso habían 3 gatitos agonizando, la Micha había parido y murió al día siguiente. Se me partía el alma verlos agonizar en mis manos. Intenté darles de comer, pero ya era tarde. No se pudo hacer más.

Siempre quedará el recuerdo...
Recién levantándose
A la espera de sus croquetas
Cazadora

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