Entrenando en el Exitfitness

Un conocido alguna vez nos dijo a mi y a Sully en una conversación X: 

Los chicos regresan flacos a su tierra natal, pero las chicas siempre regresan gordas -y calvas-.

Era enero, regresaba de Italia y la báscula marcaba un ligero sobrepeso, 8 libras más =O
La idea de ir a un gym en pleno invierno no me convencía en lo absoluto, pero si el "sufrimiento" era con compañía, era soportable.  
Mientras salíamos con Sully todas las mañanas a ejercitarnos en ese frío polar, al que después terminé acostumbrándome, buscábamos opciones de gyms y dimos con algunos lugares que la verdad no estaban dentro del presupuesto establecido. 
Cuando ya nos dimos por vencidas, Sully encontró uno que nos venía bastante bien. Quedaba cerca de la casa (a 6 minutos caminando), pequeño, con todas las máquinas necesarias, personal trainer si querías, y lo mejor de todo:  buen precio! y si escogías el horario matutino, pues te salía mucho más económico.
Esa misma tarde nos inscribimos en el Exitfitness en la Calle del Espíritu Santo, 2.  Fue cuando conocimos a Vitor, nuestro entrenador.
Al poco tiempo, específicamente al mes, Sully regresó a Ecuador, pero ya para ese tiempo ya me había adaptado a las rutinas del gym + estudios + investigaciones + deberes etc. 
Ahora que ya regresé a Ecuador, puedo decir con certeza que sigo igual, el conocido se equivocó! creo que no estoy tan gorda jeje ;)

Las instalaciones del gym (clic en imagen para ampliar)

Pedro Navas, el dueño de Exitfitness

Y no podía faltar Vitor, mi entrenador :)