La oreja asesina. ¡ay, quiero a mi mamá!

No hay nada peor que estar enferma, sola y lejos de casa (jaja el drama). Toda mi vida he tenido a mis docs 24/7 (para los que no saben, mis padres son médicos: pediatra y cirujano oftalmólogo).  Esto me pasó hace ya algunos meses, en un feriado de 5 días –tal vez fue noviembre- cuando todos mis compañeros del departamento viajaron fuera de la ciudad. 

La última vez que fui al supermercado había comprado una caja de orejitas (acá las llaman palmeritas). Y también recuerdo que un jueves antes de ir a clases me comí unas cuantas con un vaso de leche. A las 4 horas me empezó a doler el estómago y devolví todo. ¡Pésima madrugada que pasé!

Al día siguiente, me fui a casa de una amiga, Zory, que me invitó a tomar sopita de pollo y me quedé a dormir ahí. Me sentía un poco mejor.

El sábado regresé al departamento, y muy necia yo, como no tenía nada de apetito, vi las orejitas, y me comí una para “tener algo en el estómago” (realmente no pensé que eran orejas asesinas). No pasó una hora en la que decaí nuevamente, la panza se me infló como globo, empecé a devolver todo nuevamente, a pesar de que ya no tenía nada en el estómago. Tenía escalofríos, retortijones y no tenía nada de ánimos de salir de cama con el frío que hacía afuera y menos buscar la farmacia de turno ya que en mi botiquín sólo habían pastillas para la migraña y alergia. 

Pensaba en las agüitas de orégano que me hace mi tía Albita y me las llevaba al cuarto, y hasta en mi mamá retándome por comer cosas “que no son alimento”; ya no solo estaba sick sino homesick.

Fue un finde eterno. Por suerte ese domingo en la noche me visitó Nataly; yo seguía en cama, pero al menos me hizo compañía por unas horas. Los domingos TODO está cerrado, inclusive las farmacias de la zona, pero me fue a comprar un té, que por lo menos medio calmó la hinchazón de la panza.

El lunes en la tarde ya me pude levantar a hacerme una sopita, tomármela y más que nada no devolverla. Y así pasé casi una semana con el estómago delicado. Supuestamente era un virus. ¿El virus de la oreja asesina?

Luego de esta foto, a la BASURA