Los arranques del feriado

Amanecí con la loca idea de cambiarme de dormitorio y así mismo con la loca idea de cambiarle los colores de las paredes.

A mi regreso de Madrid, encontré en mi casa todo tal cual lo había dejado, era como retomar un episodio de vida dejado en stand by. Pero con lo que no contaba, era con el cambio de vecinos. Cabe mencionar que la mayor parte de mi vida he tenido vecinos sexualmente bulliciosos, mi habitación queda justo del lado de la habitación de ellos. Iban desde el que insultaba a su mujer, el que golpeaba a su mujer, los que peleaban a las 6pm y se reconciliaban a las 12am, los que por religión efectuaban su ritual a las 11am y 4pm (que eran las horas en las que se quedaban totalmente solos) en fin, ya estaba bastante acostumbrada a escuchar sus ¿alaridos? a cualquier hora del día, tarde, noche y madrugada. Así mismo, me tocaron buenos vecinos, como los últimos que tuve previo a mi viaje.

Las vecinas actuales son estudiantes universitarias que se levantan a las 6:30am con Daddy Yankee y Los Extraterrestres a todo volumen. Es toda una fiesta mañanera, a veces en la tarde, y no sé como estudian con Wisin y Yandel en la noche. En todo caso, esto estaba afectando mis horas de sueño.

En vista de que mi hermano menor, Weyming, emprendió su viaje de estudios por dos años al exterior, decidí irme a dormir a su habitación, misma que queda del otro lado, de tal forma que evitaba escuchar a todos los reguetoneros del momento.

Cuando menos, los otros vecinos no hacen escándalo. Son chefs y pasan cocinando! Creo que prefiero el olor a comida rica al escándalo en todo momento.

Y retomando mi primera frase para empezar el post, sí! amanecí con la loca idea de oficialmente tomarme en cuarto!

Ni bien desayuné salí a Ferrisariato a comprar las herramientas (brochas y pintura) y empezar a darle color, o más bien a monocromatizar el cuarto... ya verán por qué!

Me recomiendan el rodillo, pero por alguna razón me encantan las brochas... (a lo karate kid jaja)