¡Taluego Madrid!

Diez meses se pasaron volando. Un día estoy y 11 horas después ya no estoy ahí. 

Semanas antes de la fecha final, cuando estaba en el proyecto de fin de curso quería regresarme ¡YA!... pero a medida que pasaban los días y mientras más cerca estaba la fecha final me sentía intranquila... con sentimientos encontrados: felicidad de regresar, nostalgia de irme, tristeza de dejarlo todo y volver, estrés de todo lo que tenía que empacar y por alguna razón siempre la última semana antes del regreso, la paso en cama, en este caso con lo de mi alergia... en fin, entre otras cosas. 

Esa semana no dormí por tres días seguidos, sin contar los días de las múltiples despedidas y últimas farras.

El último día que estuve en Madrid, todo estaba cerrado. Por alguna otra razón los bares que más frecuentábamos de Malasaña cerraron, por ende nos reunimos en el Starbucks de siempre, para la despedida oficial Z, entre los asistentes: Nad, Naty, Ari, Brenda y Luis Carlos.

Nad y Naty me acompañaron al aeropuerto, sino no tenía idea cómo llegaría con 2 maletotas para facturar, una mochila, un bolso de mano y una piñata. Todo con sobrepeso.

Recuerdo este diálogo:

Nad: Meili... es más que seguro que me ponga a llorar

Mei: Yo no creo que llore...

Ya en el aeropuerto.

Mei: :....(

Nad y Naty: ¿y no que no ibas a llorar?

Mei:  :..........(

Pues ya me conocen, ¿no? jaja

En el metro camino al aeropuerto

Ahora a aterrizar a la realidad.